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Colección Voces que dejan Huellas
DESARROLLO DE COLECCIONES Y RESTAURACIÓN

Jesús Flores y Escalante/Pablo Dueñas
Asociacion Mexicana de Estudios Fonogràficos A.C.
Segundo Seminario Nacional de Archivos Sonoros y Audiovisuales

Desgraciadamente, en México no existe personal capacitado para dar tratamiento sonoro al fonograma antiguo y dejarlo ya recuperado para trasladarlo a soportes modernos. La tendencia de proveer alta fidelidad a los rescates de discos antiguos, obliga a muchos técnicos a suprimir el audio original a cambio de la ausencia de skratch, aunque el sonido resultante sea como dentro de una caverna o en un bote de lámina. El constante trabajo y el análisis nos han llevado a adaptar agujas de zafiro (talladas y revisadas con microscopio) para cada uno de los surcos de los diversos discos de pasta,9 a fin de que el sonido resultante sea excelente, emulando las condiciones de antaño, en que se ofrecía una enorme variedad de agujas para fonógrafo, cuyas características en grosor y forma de la punta variaban según la marca del disco que se iba a tocar. Por cierto, en nuestros archivos técnicos conservamos más de 200 variedades de estas agujas. Por supuesto, también hay que balancear el brazo reproductor y calcular el peso exacto de éste; así se logra un buen sonido y los resultados son óptimos, anulando en un 70 por ciento el skratch. En la reproducción del disco de pasta, transferido a soportes tecnológicos modernos, las pastillas de cerámica son ideales, preferibles a las magnéticas, y conviene humedecer la superficie del disco para contribuir al fenómeno piezoeléctrico, que es la base de la reproducción. De origen, los discos de 78 rpm fueron grabados en diversas velocidades, fluctuantes entre 68 y 80 rpm, según la empresa fabricante; de ahí que convenga utilizar una tornamesa con reóstato (pitch) para regular la velocidad, evitando la alteración o distorsión de lo grabado. El mismo caso se presentó con la cinta magnética, ya que las grabadoras normalmente no mantenían un riguroso estándar de velocidad. Aunque existen técnicas sobre conservación de estos soportes, nuestra experiencia al respecto está lo suficientemente acreditada para definir la manera de guardar el material. En todos los casos, temperaturas interiores de más de 30o C deterioran el material, lo mismo que una humedad mayor al 40 por ciento, cuya consecuencia es la proliferación de hongos en los discos de pasta y en las cintas magnetofónicas y de video. En caso contrario, las bajas temperaturas y el ambiente seco no afectan el material, teniendo como datos promedio: de 6 a 20o C, humedad al mínimo y en resguardo del polvo. En todos los casos conviene mantener los discos en posición vertical y recorrer las cintas magnéticas de principio a fin cada seis meses, para evitar que se transfiera por magnetismo el sonido de una vuelta a otra, dada su condición de bobina. Los modernos programas computarizados de grabación digital nos permiten recuperar y reparar el sonido de discos deteriorados, aunque años atrás nuestro procedimiento era rehacer los surcos interrumpidos por golpes con cera común. En el caso de un disco con una rajadura perpendicular, se empata el sitio de rotura con una delgada lámina de cobre; acto seguido, se reproduce el disco, pasándolo a otro soporte como la cinta magnética, y de ahí se procede a editar a mano los brincos y golpes y luego se perfecciona la limpieza utilizando la computadora en un programa sencillo, como el Data Baker, por ejemplo, y el sistema Diaxis. La limpieza de los discos de pasta y vinilo también asegura y proporciona una mejor reproducción. En lo que se refiere al disco de pasta, se recomienda no utilizar nunca ningún tipo de alcohol o thinner, ya que resultan solventes altamente peligrosos para el acetato, que es la capa que cubre a la pasta. En este tipo de fonograma se recomienda mantener hidratada con un algodón mojado en agua la superficie de éste el mayor tiempo posible. Úsese jabón neutro al 70 por ciento, 20 por ciento de detergente en polvo (recomendamos la marca Roma), 10 por ciento de Vel Rosita, en una dilución de 1?4 de litro de agua. Límpiese exclusivamente con tela de algodón usada, no nueva, ya que se introducen microfibras en los surcos. Las telas acrílicas o sintéticas producen electrostática.

La limpieza de los discos de vinilo

Por estar fabricados estos fonogramas con polímeros que producen estática de origen, presentan sonidos espurios (nosotros le llamamos “sonido de papas fritas”), por lo tanto recomendamos no utilizar en su limpieza los cojines de terciopelo sintético y sí la tela de algodón, como en el caso del disco de 78 rpm. Para la limpieza absoluta del disco de 33 y 45 rpm, se utiliza una mezcla de 10 por ciento de alcohol, 60 por ciento de jabón neutro, 10 por ciento de Vel Rosita, 15 por ciento de detergente Roma y cinco por ciento de gasolina blanca. Se aplica con una muñeca de tela de algodón usado, de cinco por cinco centímetros. Una vez perfectamente limpios y secados, tanto los discos de pasta como los de vinilo se pulen con limpiador de muebles de la marca Stanhome, que contiene una proporción mínima de grasas. En el caso de que cualquier tipo de disco esté ondulado por efecto del calor o del sol, si esta imperfección es mínima, debe ponerse en medio de dos vidrios de seis mm de espesor, de 31 por 31 cm, exponiéndolo de 40 a 60 minutos al sol. Cualquier tipo de disco que esté severamente ondulado se somete cuidadosamente al fuego de una hornilla de gas, manteniendo el fonograma elevado hasta 20 cm de altura y girándolo alrededor de la flama hasta que éste reblandezca. De inmediato se somete a la técnica del vidrio de seis milímetros. En el caso de que el disco no soporte la restauración de la lámina de bronce y se quiera recuperar sólo una de las caras, córtese un círculo de cartón corrugado de las dimensiones exactas del fonograma a reparar y péguelo con adhesivo 850 blanco. Déjese secar y procédase a la recuperación del sonido. Cuando el disco de cualquier tipo esté absolutamente rayado, agréguese peso al reproductor y suprímanse las frecuencias agudas, que se recuperarán a su transportación en los programas de computadora, ya sean Data Baker, No Noise o Cedar. (Nota: cuando se aplica el peso adicional al brazo, se lubrica el disco constantemente utilizando un hisopo de algodón. Téngase cuidado de no usar algodón industrial, sino esterilizado). Cuando se desea hacer un excelente trabajo de recuperación de sonido, en especial tratándose de discos de 78 rpm, se recomienda reproducirlos con aguja de acero y en fonógrafo, tomando el audio de la trompeta con una grabadora de excelente calidad, tipo Uher, Sony o con un grabador DAT. Luego se procesa en cinta magnética de 1?4, para someterlo posteriormente al transporte en CD.


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