CORRESPONDENCIA INFRA El mar toca nuestros cuerpos para sentir su cuerpo Lo mismo en Manzanillo pedregoso que en Neviot / isla de corales del desierto Nosotros devolvemos su sonrisa de sal dibujando nuestros nombres & apetencias en el caparazón de los cangrejos que parecen buscar viejas patas de palo devoradas por la arena El mar se para de cabeza & nos canta / en el idioma más desnudo & afín a nuestro tacto Port Vendrés Ville ruge como atún encolerizado en nuestros ojos Bernard prende 1 de sus aretes verde flúor en la cabellera alfilereada de 1 erizo Los demás pescadores del Saint Joan / Fetiche II desde sus camarones se sinceran a su modo con éste también su mar que los filma fijamente Ahí donde ellos se aflojan su nervioso pantalón & sus labios no dejan de ulular cuando ven hasta las anginas del Peñón de Gibraltar moviéndose como dados o peces plateados en la sombra de sus vasos de ron. |